Criticando películas y series desde 2012

Info básica de Ghelik

14/3/12

Neverland

Neverland fue estrenada en 2003, dirigida por Damion Dietz y protagonizada por Melany Bell y Rick Sparks.  Se trata de otra adaptación del clásico literario 'Peter Pan', esta vez trasladado a la actualidad. Cuenta la historia de tres adolescentes (no son realmente adolescentes, ya que uno de ellos tiene 23 años y a los otros dos poco les falta) que siguen a un extraño muchacho, Peter Pan (no tan muchacho, ya que él también parece tener edad de afeitarse) a un parque temático. Allí viven aventuras y aprenden el significado de hacerse mayor. 

Cuando comencé a mirar esta película, estaba segura de que se trataba de una película amateur hecha por un grupo de amigos recién salidos de la universidad. Sin embargo resulta que Damion Dietz es en realidad un director algo conocido de películas indies de bajo presupuesto. 

La película comienza de una forma rápida y poco pulida. El principio desconcierta un poco por el hecho de que Wendy es una chica de color en una familia blanca y, del modo en que habla con su madre, parece indicar que el único de los tres hermanos adoptado es el menor - pero esto se explica (mucho) más adelante, así que tiene sentido al final. El guión del principio - y de muchas otras partes a lo largo de la película - es igual al de la obra original, salvo por el hecho de que los padres en vez de ir a una cena de sociedad que ayudará al padre a subir en la escala social y ganar más dinero para poder mantenerse (no hay que olvidar que en la obra original la familia Darling está al borde de la pobreza, motivo por el cual tienen un perro en lugar de una canguro) van a un concurso de baile del que volverán al cabo de unos días. Es algo extraño que se vista en sus mejores galas para - aparentemente - irse de viaje, pero bueno. Al cambiar su destino el director - que es también el escritor de la película - intenta - y fracasa de algún modo - en su intento de hacerles parecer personas despreciables y materialistas. Pero no aparecerán más en toda la película, así que da un poco igual. 

Hay que ser sinceros y admitir que trasladar toda la acción a la modernidad es una tarea arriesgada y difícil. Pero, darle el mismo guión - hay muchas partes que parecen recortadas directamente de la obra original - a adolescentes a sido realmente una muy, muy, muy mala idea. Me explico: Los niños que van al país de Nunca Jamás en la obra teatral de Barrie son muy jóvenes. Wendy, que es la mayor, debe tener alrededor de 10 años. Y, a ver, niños de 10 años en 1904 no actuaban, ni hablaban, ni pensaban (esperemos) como gente de 20 años en el 2003. Sería plausible en el caso de Peter, quien representa que es un niño, pero no en el caso de los hermanos de Wendy y definitivamente no en el caso de la protagonista. 

Las actuaciones podrían haber sido bastante mejor, pero Peter y Wendy no lo hacen mal y me gusta mucho uno de los niños perdidos - el que lleva la camiseta sin mangas de color gris que pide el cuento de Cenicienta. La aparición de un niño pequeño al que los Niños Perdidos aparentemente cuidan es un misterio y prefiero no entrar en ello ahora. 

Situar el País de Nunca Jamás en un parque temático es bastante adecuado, aunque no estoy para nada de acuerdo con presentar a los niños perdidos como jonkies.  Hay una diferencia existencial entre un drogadicto y un niño y no creo que sea necesario u adecuado presentar a 'hombres infantiles' como adictos. Inmaduros, infantiles, despreocupados, sí. Pero no adictos. Considero que es una frivolización de un tema muy serio y una excusa barata y poco trabajada que se quiere presentar como 'crítica social'. Eso me ha fastidiado bastante.
Otra cosa que creo que está bastante mal es el personaje de Campanilla. Hay algo en ese personaje que me ha molestado desde el minuto uno y considero que su representación en esta película - y digo esto desde mi total desprecio por la Campanilla original  - deshonra el personaje. Este film hubiese sido considerablemente mejor sin ella. Otro personaje caído en desgracia a manos de Dietz es el Capitan Garfio, el cual ha conseguido convertirse en un inquietante y pervertido hombre con tendencias claramente homosexuales. No he acabado de entender por qué odia tanto a Peter ni a qué se refieren con el garfio, pero después de ver esta escena, he decidido que soy más feliz sin saberlo. 

El montaje es muy rápido, lleno de ángulos extraños de cámara y, en algunos puntos imagen y audio no concuerdan. Hay muchísimas escenas con silencio prácticamente absoluto, lo cual no es demasiado agradable, pero la música no está mal, si bien escasea un poco. 

Una de las principales cosas que me han inquietado de esta película es la textura. Empieza con la textura típica de la película hecha en casa y, aunque mejora un poco con la llegada al País de Nunca Jamás, esta textura continúa por toda la película. No sé exactamente a qué se debe este fenómeno, pero me molesta bastante. Considero que una de las cosas geniales de las películas 'profesionales' es la textura. algo en la imagen - creo que tiene que ver con la luz - convierte cada cuadro en especial. Esto es uno de las mejores partes del cine. Y esta película no tiene esta textura especial. 

Hay que admitir que los últimos 2 a 3 minutos de esta película - el dialogo final entre Wendy y Peter - es una obra de arte. 

Aquí concluye mi disertación sobre la Neverland de Dietz: considero que es una de esas películas que o amas u odias. A mí no me ha gustado y, en realidad, si no fuera por los últimos 3 minutos de metraje, no hubiese puesto ni una sola palabra positiva sobre ella. Pero gracias a ellos me he replanteado toda la critica. De modo que, si os gustan las películas indies de bajo presupuesto, o si os gusta Dietz, entonces, adelante. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario